¿Que hay más allá de las profundidades del mar?
El relieve submarino es un gran desconocido. Aunque parezca extraño, en pleno siglo XXI conocemos mejor la topografía de algunos parajes marcianos que la de casi tres cuartas partes de nuestro propio planeta. Desde la orilla no divisamos qué se esconde bajo el agua, ni tampoco podemos vaciar el mar para acceder al fondo.
Por eso, el estudio de las profundidades marinas, denominado batimetría, se aborda de manera indirecta mediante el uso de ecosondas. En el fondo marino existen grandes cordilleras, extensas llanuras, profundas hondonadas y escarpados valles. Al igual que sus homólogos terrestres, estos relieves evolucionan en respuesta a una serie de procesos geológicos.
En el centro de casi todos los océanos encontramos las dorsales medio-oceánicas, que se alzan hasta 3.000 metros por encima de los fondos adyacentes. Entre las dorsales y las áreas continentales, a profundidades de entre 3.000 y 6.000 metros, se localizan las llanuras abisales. Los márgenes continentales son los fondos marinos adyacentes a los continentes y ocupan el 28% del área cubierta por el mar. Existen dos tipos principales de márgenes continentales. Los que presentan poca actividad sísmica se conocen como márgenes pasivos. Por su parte, los márgenes activos tienen mayor actividad sísmica. Las fosas oceánicas constituyen uno de los accidentes topográficos más espectaculares de la Tierra.
Puntos clave
- El relieve submarino es menos conocido que la topografía de algunos lugares de Marte.
- La batimetría nos permite estudiar las profundidades marinas de manera indirecta.
- En el fondo marino encontramos cordilleras, llanuras, hondonadas y valles.
- Las dorsales medio-oceánicas y las llanuras abisales son características destacadas del relieve submarino.
- Los márgenes continentales y las fosas oceánicas también son elementos interesantes en el estudio del relieve submarino.
Los valles submarinos
Entre los relieves más sobresalientes que salpican los fondos marinos destacan los valles submarinos. Estos se clasifican según el tipo, la intensidad y la duración de los procesos que los generan y mantienen activos. Podemos encontrar desde surcos de origen glaciar en latitudes polares hasta canales profundos que serpentean el lecho marino en las cercanías de las grandes desembocaduras fluviales.
Los valles largos, sinuosos y encajados que cortan gran parte de los márgenes continentales se llaman cañones submarinos. Estos relieves erosivos actúan a modo de conductos: transfieren sedimentos, materia orgánica, desechos y contaminantes desde las zonas costeras hacia las partes profundas de las cuencas oceánicas. Los cañones de margen catalán son ejemplos destacados de estos relieves submarinos. El cañón de Blanes, cerca de la desembocadura del río Tordera, es el mayor y más complejo de todo el margen. Más al norte, en la Costa Brava, el imponente cañón de Palamós inicia su andadura casi al tocar los acantilados litorales y se hunde hasta recorrer unos 110 km.
Conclusión
El estudio detallado del relieve submarino nos ayuda a comprender mejor los ecosistemas marinos y la vida submarina. Además, permite mejorar la explotación de los recursos vivos marinos, mejorar la seguridad de la navegación y contribuir a la gestión litoral y la protección de los hábitats marinos. También tiene aplicaciones en la ingeniería costera y la localización de recursos como el petróleo y el gas. A pesar de los avances tecnológicos, todavía queda mucho por descubrir en las profundidades del mar. La biodiversidad marina y las maravillas submarinas siguen siendo un tema apasionante para la exploración y la investigación submarina. En definitiva, sumergirse en las profundidades del mar es adentrarse en un mundo fascinante y lleno de misterios por descubrir.
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